“Es urgente superar el desapego ciudadano, que arraigó durante la gran recesión, produciendo una situación de creciente fatiga que no ha cesado con la pandemia del coronavirus, transmitiendo inestabilidad a las instituciones que han vertebrado nuestras sociedades, creando desconfianza e inseguridad, con la consiguiente desafección política”, explica el autor en su último libro, del que se recoge aquí parte del capítulo III, que incluye un repaso a la evolución de la fiscalidad en EEUU y al reciente acuerdo de la OCDE sobre fiscalidad de las multinacionales.
Texto: Ramón Casilda Béjar
Economista, MBA por ICADE, profesor de la Escuela Diplomática e Investigador del Observatorio Internacional del Instituto Universitario de Investigación en Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Alacalá de Henares.
Resulta tan importante como urgente, reflexionar sobre el capitalismo next generation, haciéndolo desde la transversalidad, para abarcar con amplias miras las complejidades a las que debe enfrentarse, las cuales, si bien no se agotan en estas, son las siguientes.
La primera, es superar el desapego ciudadano, que arraigó durante la Gran Recesión, produciendo una situación de creciente fatiga, que no ha cesado con la pandemia del coronavirus, trasmitiendo inestabilidad a las instituciones que han vertebrado nuestras sociedades, creando desconfianza e inseguridad, con la consiguiente desafección política.
La segunda, es que de forma prominente persiste la pregunta clásica de la economía política acerca de la redistribución de la renta. De cómo resolver los sustanciosos excesos de renta y riqueza, frente a los profundos desniveles de desigualdad y extrema pobreza1, se ocupa la política. Si la política no encuentra la solución para hacerlo de la manera más justa, crea desequilibrios que no resultan ni deseables ni apetecibles, produciendo tensiones y enfrentamientos, creando bloques económicos y sociales antagónicos.