bolsa, mercados

“O los rendimientos reales son demasiado altos (el valor normal desde una perspectiva histórica es el 2%), o las valoraciones de la renta variable están muy por encima de su valor razonable”.


Texto: Robert M. Almeida, Jr. (MFS)


UN GRAN INVERSOR dijo una vez: “toda inversión es una inversión en valor”. Y estaba en lo cierto, puesto que ha quedado demostrado que pagar un precio excesivo supone un obstáculo complicado de superar. La dificultad radica en evaluar qué es el «valor» verdadero dado el amplio abanico de variables implicadas que pueden incidir en el futuro de cualquier negocio, nuevo o existente, en especial en un mundo cambiante. Casi nunca escribo sobre las valoraciones del mercado de renta variable, como el ratio precio/beneficios de los últimos o próximos doce meses, principalmente porque no son medidas del valor. Son indicadores que solo se utilizan para comparar el valor relativo entre grupos de activos financieros. Se trata de relaciones matemáticas a corto plazo de las que han abusado los inversores que no disponen de la capacidad o el tiempo necesarios para comprender íntegramente los entresijos de un negocio y su valor empresarial. Sean públicos o privados, de renta variable o renta fija, todos los activos de riesgo deben compensar a los inversores por la posibilidad de pérdida de capital, así como por su tiempo. El capitalismo solo funciona cuando ahorradores e inversores reciben compensación por tener su dinero bloqueado. Los tipos de interés representan el precio del tiempo, y están integrados en el valor de todos y cada uno de los activos de riesgo. Esto explica por qué existe una relación entre los tipos de interés y las valoraciones de los activos.

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