Sánchez logra su investidura forzando como nadie antes los márgenes de la Constitución (puede que todo provoque escalofríos dentro de su propio partido, que sigue siendo el PSOE) pero no debería excederse en la complacencia por haber logrado… permanecer. El futuro puede que no sea plácido. Antes o después la economía dará que hablar; las cuentas públicas siguen instaladas en el desastre. Y la posición minoritaria del PSOE en el ambito autonómico condicionará de forma tajante su ejecutoria .
¡YA ESTÁ! El pasado 16 de noviembre no acabó nada, empezó. Para algunos, un periodo de incertidumbre, el más agudo desde el regreso de la democracia, tras la bien o mal llamada Transición… o no.
Indudable es que Pedro Sánchez ha obtenido un cheque más en blanco de lo que algunos piensan –otros temen– para dirigir el gobierno ¿hasta el verano de 2027? Lo ha conseguido forzando como nadie antes los márgenes de la Constitución; quien corresponda dirá si rebasándolos o no. Y hasta es probable que todo, en conjunto, provoque escalofríos dentro de su propio partido –sigue siendo el Psoe– y no sólo en los crecientes ámbitos de oposición. Ni siquiera él mismo debería excederse en la complacencia por haber logrado… permanecer. El escenario futuro puede que no sea plácido, por arriesgado que resulte vaticinar.
Haya sido o no lo complicada que ha parecido, la negociación a múltiples bandas para lograr el respaldo de 179 diputados ha dejado clara –quizás no hacía falta– la práctica inviabilidad de una eventual moción de censura para cambiar la cabecera del consejo de ministros, solo sujeta a que quien la ocupa decida anticipar la disolución de las cámaras. Dispone, pues, de amplio margen de maniobra… incluso para no cumplir todo o parte de los pactos que ha ido suscribiendo. De ello se han revelado desigualmente conscientes los grupos que le han prestado apoyo, apurando al máximo opciones que –saben– difícilmente volverán a tener. Alguno incluso ha preparado ya una respuesta para el caso de que lo firmado no se llegue a materializar. Más allá de voluntades, obstáculos no van a faltar.