Todo son necesidades; todo son virtudes. Toneladas de propaganda y una suma de intereses particulares cimentan así una legislatura insólita, sustentada por un prófugo de la justicia. Pero Pactada ya la amnistía resulta difícil apreciar dónde está la reconciliación cuando éste asegura, ante un país dividido: “Ahora, la autodeterminación”

“HAY GOBIERNO para rato, le pese a quien le pese, asegura el presidente tras lograr un acuerdo con Puigdemont sobre la amnistía. Las duda vienen del principio: ¿culminará sus cuatro años legales la actual legislatura?.

Lo que subyace es un cruce de vaticinios y apuestas sobre la capacidad de Pedro Sánchez para resistir al frente del Gobierno hasta la primavera o el verano de 2027. El clásico diría: ¡largo me lo fiais! Es fácil imaginar de dónde provienen los divergentes no y sí. Cuestión distinta es ajustar el pronóstico a la cruda realidad.

Algo que no suelen hacer una oposición demasiado hiperventilada por impaciencia ni siempre los integrados en la variopinta amalgama que da soporte al Ejecutivo de coalición –¿alguien se acuerda?– entre Psoe y Sumar. El recorrido previo induce a considerar que es y continuará siendo determinante la voluntad del presidente del Gobierno, no la falta de respaldo en una votación determinada ni el resultado desfavorable en elecciones distintas de las generales.