“Proponemos 56 medidas para mejorar la competitividad de nuestros mercados financieros y ponerlos en el nivel y la influencia que merecen por el tamaño de la economía española”

Texto: Javier Hernani (Consejero delegado de BME) •

Javier Hernani
Javier Hernani

Si preguntáramos a cualquier persona por la calle por la primera imagen que se le viene a la cabeza cuando se le habla de Bolsa es posible que en su respuesta citara de inmediato películas hollywoodenses sobre inversores deslenguados y sin escrúpulos. Más difícil se antoja que esa primera imagen fuera el jubilado cuyo plan de pensiones invierte en acciones, los miles de trabajadores de compañías cotizadas, las personas corrientes que destinan parte de sus ahorros a fondos de inversión, los inversores minoristas que compran acciones o los proyectos de sostenibilidad financiados a través de emisiones de bonos verdes. Y, sin embargo, los mercados financieros son mucho más todo esto que la imagen estereotipada que en ocasiones se tiene de ellos. Desde su nacimiento, la Bolsa tiene una función clara que mantiene hoy en día: poner en común a inversores y empresas para que aquellos financien los proyectos de éstas en los que confíen y todos salgan ganando. Los mercados financieros son esenciales para la buena marcha de la economía en su conjunto. En buena medida, la salud económica de un país depende del tamaño y dinamismo de sus mercados de capitales. Por eso es importante reivindicar el enorme peso de la Bolsa en el desarrollo de las empresas, la generación de puestos de trabajo y el crecimiento económico.

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