La deuda comercial con retraso en pago se incrementó en términos interanuales un 17’3% en el 3T2021, último dato disponible, hasta los 279.808 millones.
Texto: Gerardo Cuerva •
Presidente de CEPYME •
La lucha contra la morosidad empresarial es, desde hace más de diez años, una prioridad para la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME), que viene desarrollando una estrategia de seguimiento y recomendación de buenas prácticas orientada a propiciar un cambio cultural que destierre esta negativa práctica comercial. Esta estrategia se ha visto reforzada en el último año con la creación e impulso del Observatorio de la Morosidad, que está trabajando en la elaboración y traslado de propuestas para combatir la morosidad empresarial, que tiene efectos muy negativos en la financiación y tesorería de las empresas, especialmente graves en el caso de las pymes. El objetivo de esta estrategia, es contribuir a la progresiva reducción de los plazos de pago actuales, de acuerdo con los establecidos por la ley, promover la difusión de los instrumentos legales con los que cuentan los empresarios para controlar la morosidad, y fomentar las buenas prácticas que permitan extender la cultura del pago en los plazos acordados. En efecto, la morosidad es una lacra para las empresas, especialmente para las pequeñas y medianas, que cuentan con menores recursos y capacidad de negociación para afrontar la merma de liquidez y los elevados costes indirectos que se derivan de estas situaciones de demora de los pagos.