El boicot occidental a Rusia dista de ser completo. Porque la mitad del gas que consumen Alemania, Italia o Suiza viene de Rusia, y ese grifo no se ha cerrado. La expulsión del SWIFT del sistema financiero ruso tampoco es completa, para permitir el pago de ese gas y ese petróleo del que Europa se ha hecho dependiente.
Texto: John Plassard (Mirabaud) •
LA ESCALADA DEL CONFLICTO entre Rusia y Ucrania ha provocado que los mercados financieros se desplomen y que caiga casi un 50% el índice ruso. Las próximas sesiones se moverán en conjunto con el avance de Rusia en Ucrania y con las declaraciones de ambos lados. En esta etapa de la crisis, es importante hacer un balance en forma de preguntas y respuestas.
LA ENERGÍA ES LA CLAVE
La energía es obviamente la clave del conflicto entre Ucrania y Rusia:
¿Europa es realmente dependiente en cuanto a su consumo de energía?
En 2019, la Unión Europea (UE) dependía de las importaciones para el 60,6% de su consumo energético. El resto de la energía se produce en suelo europeo. La mayor parte del gas natural de la UE proviene de solo tres productores externos: Rusia, Noruega y Argelia. Con alrededor del 40% de las importaciones totales de gas de la UE-27 en 2019, Rusia es, con mucho, el mayor proveedor de gas del continente. En el mismo año, Gazprom, el monopolio de gas estatal ruso, suministró un total de casi 200 mil millones de metros cúbicos de gas a los países europeos, el 81% de los cuales fueron a Europa Occidental.
“Rusia suministra el 40% del gas natural que precisa la UE, y a 7 estados del antiguo Pacto de Varsovia les proporciona el 99%”
En general, se estima que cuanto más al este se avanza en Europa, más se depende de las importaciones rusas de gas, hasta el punto de que siete estados europeos del antiguo Pacto de Varsovia y la Unión Soviética dependen de Rusia en más del 99% para gas natural. Casi todos los países de Europa Central y del Este dependen de Rusia para la mayor parte de su consumo de gas natural.
