Más allá de la constante propaganda, del “greenwashing”… la reapertura económica post covid y el crecimiento (+5,5%) llevaron a un aumento de las emisiones (+5,7%)
Texto: Observatorio de Sostenibilidad •
España aumentó sus emisiones del mercado de carbono en 2022 en un +9%, (+5,7% en conjunto estimado) y que suponen un 34,1% del total de las emisiones del país (2,3% aviación y resto sectores energéticos, industriales, cementeros, etc… Los sectores difusos (residencial, agricultura, transporte, calefacción, suponen el resto un 66%). Las emisiones de gases efecto invernadero asociadas a la producción de energía aumentaron un 24% por lo que no se puede hablar de avance de la descarbonización en el año 2022, que fue un año de fuerte crecimiento económico, del orden del 5,5%, y marcado por una fuerte recuperación, aún mayor que el 2021, después del enorme impacto de la Covid19, donde se observa el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero del sector de la aviación 108%, combustibles fósiles 20%, refinerías petróleo 6% y el descenso del resto de los sectores vidrio –3%, químicos –4%, cemento –9%, acero –10%, cal –10%, cerámica –13% y papel –22% aunque todas deberían estar presentado una trayectoria de profunda descarbonización si se quieren alcanzar los objetivos del 2030 del PNIEC. 31,9%.
Las 10 empresas que más han emitido en toneladas de CO2-equivalentes en 2022 han sido: Repsol 12.427.286, Endesa 11.554.316, EDP 10.814.034, Naturgy 7.448.297, Arcelormittal 5.049.350 Cepsa 4.888.614, FCC 3.400.650, Iberdrola 2.954.190, Enagas 2.308.474 y Cemex 2.049.148. Las siguientes 10 serían: Vueling, Lafargeholcim, Cementos Cosmos, BP, Easy Jet, Cementos Tudela, Iberia, Saica, Solvay y Dow Chemical. Las emisiones de estas 10 empresas suponen el 60,5% de las emisiones del mercado de carbono y el 20,5% de las emisiones totales. Si analizamos las 20 primeras empresas observamos que ya suponen el 72,5% de las emisiones del mercado de carbono y el 24,5% de las emisiones totales del país. Si llegamos a las primeras 50 se observa que se alcanza el 86,0% de las emisiones del mercado de carbono y el 29,1% de las emisiones totales del país en 2022. Este hecho indica que existen responsabilidades diferenciadas importantes para luchar contra el cambio climático desde el sector empresarial. Las empresas que más han mejorado sus emisiones en el mercado de emisiones entre 2021 y 2022 (de las 10 mayores emisoras han sido Cemex –16%, Arcelormittal –10% y FCC –2%. Cepsa e Iberdrola las habría mantenido constantes y las que más han aumentado han sido Enagas 111% Naturgy 53%, Edp 32% Endesa 24% y Repsol 16%). Entre las primeras 20 hay que incluir las compañías de aviación, especialmente Easy Jet 239%, Vueling 93% e Iberia 69% que han mostrado un gran incremento este año.
“Las 20 primeras empresas ya suponen el 72,5% de las emisiones del mercado de carbono y el 24,5% de las emisiones totales del país. España supone un 8% del total de las emisiones del mercado ETS”
Por sectores se observa que el sector refino (13% emisiones mercado de carbono) sigue emitiendo prácticamente lo mismo desde el año 2008 observándose que no ha habido prácticamente ningún tipo de descarbonización, (en 2022 aumentó un 6%. De estas empresas BP, Cepsa y Repsol se observa que Repsol incrementó sus emisiones un 16% este año y un 205 desde 2008. El sector de combustión de combustibles fósiles, (47% emisiones mercado carbón) sobre todo empresas eléctricas se observan que en conjunto ha mejorado desde 2008 en un 50% de unas 88 m de toneladas a menos de la mitad si bien en 2022 aumentaron cerca del 20% respecto a 2021. Entre estas empresas destacan las fuertes disminuciones desde el año 2008 de Iberdrola y Endesa (del orden del 70% de las emisiones iniciales) y del 50% de Naturgy. El sector del cemento (11%) ha reducido sus emisiones un 50% desde el año 2008 y un 9% este año pasado. El sector de la aviación (7%) ya es el cuarto emisor con un 50% de aumento desde el año 2013 y un incremento del 108% respecto al 2021. El sector de la siderurgia, hierro y acero representa el 6% de las emisiones del mercado de carbono y ha reducido sus emisiones un 10% en 2022 y un 20% desde el año 2008. En todos estos sectores (excepto aviación) sin duda el aumento del precio de la electricidad ha sido importante para la reducción de los procesos de producción.
Respecto a la producción de energía en 2022 se observa que la sequía determinó una disminución del 40% en la generación hidroeléctrica, mientras se dispararon las emisiones de las centrales de gas (que aumentaron su producción un 53%) y las centrales de carbón (aumentaron su producción un 56%). Las Comunidades Autónomas han mostrado también diferentes comportamientos entre 2022/2021, por una parte, Castilla y León –17%, Cantabria –12%, Madrid –8%, Melilla –4%, Comunidad Valenciana –2%, Ceuta –1%, redujeron sus emisiones. Otras permanecieron constantes como Cataluña 0%, Asturias 0% o Castilla La Mancha 1% y otras aumentaron otra vez sus emisiones como Extremadura 5%, Galicia 5%, canarias 5%, Navarra 6%, Aragón 10%. Y las que más aumentaron con más de un destacado 15% de aumento de emisiones en un año fueron País Vasco 15%, Andalucía 15%, Baleares 16%, Murcia 22% y Rioja 23%. En definitiva, no se ha observado Descarbornización en España en el año 2022, cuando se debería estar observando una profunda descarbonización del orden del 7% como recomienda Naciones Unidas de todos los sectores y que además se debería acelerar para alcanzar los objetivos del PNIEC que marca una reducción del 23% para el año 2030 y que actualmente está siendo revisado para incrementar estos objetivos. Como casi único avance positivo se observa el aumento de la penetración de las energías renovables eléctricas en especial fotovoltaica pero que se está haciendo con profundos impactos ambientales y territoriales. El avance de los datos del consumo de combustibles para el 2023, (–3% en productos petrolíferos y –18% de gas natural) es optimista pero la permanencia de los ciclos combinados y carbón, además de la prolongación de la sequía –que hace que se desplome la producción de energía hidroeléctrica– y el aumento del transporte dibujan otra vez un escenario para el 2023 complicado.
“La sequía determinó una disminución del 40% en la generación hidroeléctrica mientras se dispararon las emisiones de las centrales de gas (que aumentaron su producción un 53%) y las centrales de carbón (aumentaron su producción un 56%)… Como casi único avance positivo se observa el aumento de la penetración de las energías renovables eléctricas”
Europa, en el mercado de emisiones en 2022, disminuyó un 7% y España aumentó un 9%, (en 2021 Europa disminuyó un 5% y España las aumentó un 3%). España supone un 8% del total de las emisiones del mercado ETS siendo el 4º país de Europa 28. Después de Alemania, Polonia e Italia y por encima de Francia, Holanda, Bélgica, Portugal, etc… La comparación por países 2022/2021 se sitúa en una situación intermedia como Italia o Finlandia, pero mejor que Alemania o Suecia que aumentó un 11% aunque peor que Francia o Portugal o Polonia con reducciones entre el 10% y el 15%. Al no haber tomado hasta ahora España medidas radicales hacia la descarbonización, ahora deberán tomarse más contundentemente. El precio del mercado de CO2 empezó el año en precios del entorno de 84€ y acabó en torno a la misma cifra con valores más o menos constantes en torno a los 81 euros. La guerra de Ucrania marcó un descenso puntual a valores de 60 euros tonelada. El precio de mercado de CO2 subió de 53,35 euros en 2021 a un 80,91 € en 2022. En el año 2020 con la pandemia la media fue de 24,69€.
Fernando Prieto coordinador del Observatorio señala que las emisiones siguen aumentando tanto las globales del país como las relacionadas con el mercado de carbono o de la producción de la energía y deberían estar disminuyendo del orden de un 7% al menos. Por otra parte “se observan responsabilidades diferenciadas en las emisiones de CO2 del país donde muy pocas empresas son responsables de un parte muy importante del calentamiento global” y que “tras los buenos resultados puntuales del 2020, en 2021 y 2022 España se ha vuelto a alejar de los objetivos del PNIEC, que apunta -con muy poca ambición- a la reducción del 23% de emisiones de gases de efecto invernadero para 2030” y también que al perderse otro año, el del 2022 “será necesario un cambio radical en los próximos años para cumplir los objetivos de descarbonización en el sector industrial, energético y en los sectores del transporte, residencial, comercial e institucional”. Juan A. Avellaner, Dr. Ingeniero industrial con una dilatada experiencia en planificación y desarrollo en el sector energético y también del Observatorio señala que “la descarbonización es un imperativo global por encima de cualquier contingencia” y que “tenemos soluciones innovadoras y tecnologías para descarbonizar la economía, apliquémoslas sin más excusas y dilación”. Borja Zausen de la consultora Grandmother remarca “Descarbonizar nuestra actividad desbocada es crucial. Debemos desacelerar nuestro ritmo de consumo y crecimiento infinito de forma justa, honesta, sincera y valiente”.
El seguimiento detallado y la transparencia de los datos de la descarbonización es clave para observar cuales son los resultados reales de las políticas implantadas por gobiernos y empresas, tiene profundas implicaciones para los grupos financieros para evaluar el riesgo de sus inversiones y servir como rendición de cuentas a la sociedad sobre si nuestras empresas y sectores más contaminantes están haciendo lo suficiente para cumplir los objetivos de emisiones de no aumentar las temperaturas en más de 1,5oC. Este informe anual es crucial porque recoge las tendencias del país en su comportamiento respecto a uno de los mayores problemas planteados a corto plazo como es el cambio climático. El verano de 2022 por sus extremos meteorológicos en temperaturas, olas de calor, noches tórridas, sequía, incendios … ha sido determinante para que la sociedad española asuma la gravedad del reto y la necesidad de tomar medidas urgentes de descarbonización y adaptación al cambio climático.♦