“Se construyen nuevas centrales en todo el mundo, a ritmo creciente. No puede ser un debate cerrado porque no lo está; aunque en España no toca”

Fernando G. Urbaneja
Fernando González Urbaneja

Descarbonizar, Zero emisiones. Ese es el objetivo para 2050, con pasos intermedios en el 2030 y 20240. Y se trata de alcanzarlo globalmente porque no sirve que algunos países anulen las emisiones y otros sigan contaminando. Las energías alternativas no contaminantes (al menos directamente) tanto eólica como solar e hidráulica aumentan a buen ritmo asumiendo inversiones milmillonarias, pero no consiguen sustituir la necesidad de combustible fósiles que no alcanzan el punto máximo de producción, especialmente petróleo y gas. Cada megavatio renovable que se añade a la producción alcanza para cubrir el amento de consumo energético, para sustituir carbón, pero no logran reducir la dependencia de petróleo y gas.

Al fondo, la energía nuclear que no produce emisiones, aunque tiene que afrontar el tema de los residuos, sigue siendo una fuente esencial de producción energética, de energía eléctrica, tanto que la Agencia Internacional de la Energía considera que en los próximos 25 años habrá que duplicar la potencia nuclear en el mundo. En ello están Francia, China y otros países con capacidad para abordar instalaciones nucleares de nueva planta. Y en eso está la industria con proyectos en curso de minicentrales que reducen los residuos y precisan inversiones abordables en el medio plazo para poder entrar en explotación esta misma década o la próxima. No es el caso de España, donde la energía nuclear sigue aportando un indispensable 20% del mix energético eléctrico y algo más del 5% del total energético. Sin nucleares no habría suficiente oferta eléctrica en España desde hace décadas. Y sin nucleares pretendemos disponer de electricidad suficiente en el horizonte de diez años. ¿Probable, posible?

En el papel es lo previsto, las centrales que quedan en España, plenamente operativas, se irán cerrando en los próximos años por imperativo legal. Por decisión política insuficientemente debatida porque aquí de nuclear no se habla, está decidido que no toca y que el debate está cerrado. Cierres costosos porque el desmantelamiento ni es inmediato, ni es barato. En sí mismo y por los costes de sustitución por otras fuentes energéticas. Las nucleares en operación, bien mantenidas, cumpliendo todos los requisitos actuales de seguridad, garantizan producción durante casi ocho mil horas al año; y suplen cualquier intermitencia de otras fuentes energéticas sometidas a la variabilidad del viento, del sol y de la lluvia. La nuclear en operación, en parte amortizada, es la mejor fuente de cobertura de las intermitencias renovables. El debate nuclear no está cerrado en el mundo, aunque en España no toca. Se están construyendo nuevas centrales en todo el mundo a un ritmo creciente. No puede ser un debate cerrado porque no lo está, aunque aquí se quiera sepultar en el baúl del olvido. Llegar tarde es bastante peor alternativa que anticiparse.♦