“¿Más restricciones monetarias cuando la contracción del crédito empieza a tener efectos y el crecimiento fue de solo el 0,1%?”.

Luis Alcaide
Luis Alcaide

Sobre el telón de fondo en que se han desarrollado las dos reuniones de los bancos centrales, FED y BCE, se proyectaban las muchas y variadas incertidumbres que presiden las economías de los EEUU y la UE. Más allá de las opiniones de los expertos sobre el sí o no de una recesión afloran inquietantes realidades. Una subida de tipos tendría un efecto desestabilizador en la banca regional estadounidense, sin descartar a alguno de sus grandes bancos (en la memoria del Bank of America se registran perdidas latentes equivalentes al 47% de sus recursos propios. Y el volumen de crédito concedido por la banca americana muestra la mayor restricción crediticia desde 2008). Las subidas de tipos han sido la espoleta para la contracción del crédito, justo cuando, además, el numero de despidos en marzo alcanzo su máximo anual.

En Europa, y en el caso de una banca saneada como la española, los títulos de deuda en sus carteras (el 13% de sus balances) implican un riesgo ya alto que se acentuaría con la subida del tipo de interés. Ahora bien, la alta inflación en la zona euro, 7% el pasado mes, junto a las tensiones en varios mercados laborales europeos exigen no desatender la evolución de los precios. ¿Será suficiente el último avance del 0,25%, al l 3,75%, el tipo más alto desde 2001, para calmar las tensiones inflacionistas? Si por un lado se mantiene la creencia de que la subida de tipos ha alcanzado su cota máxima, por otro, la presidenta Lagarde no descarta que el BCE haya agotado su arsenal estabilizador. El BCE acumula títulos de deuda por valor de 4,9 bns de euros (en un balance de casi 8 bns) que venia reduciendo a razón de 15.000 millones mensuales y que ahora elevará a 25.000 millones al mes. Ahora bien ¿mas restricciones monetarias cuando ya la contracción del crédito empieza a hacer sus efectos y el avance del PIB en la UE en el primer trimestre se ha limitado a un 0,1% mientras la inflación marca una cota del 7%? No es ocioso preguntarse si la estanflación está haciendo acto de presencia.

Prudencia y moderación sería la lectura que se desprende del comunicado de la FED, lo que equivale a reconocer los riesgos de una bajada de la actividad. Se ha acentuado la caída de las cotizaciones de los bancos regionales, mientras desde las paginas del FT se preguntan si no ha llegado ya el tiempo para una subida en el valor de las acciones y de un espaldarazo a la actividad económica. En “El parsimonioso camino hacia la utopía”, B. DeLong relata el gran avance de las condiciones materiales de la humanidad desde 1870. La revolución industrial fue el motor indiscutible del proceso schumpeteriano de destrucción creativa. El potencial productivo se dobló en cada generación sin que por ello desapareciesen los riesgos de una desviación fatal. En 1930 Keynes, en su discurso “las posibilidades económicas de nuestros nietos”, advertía: “los problemas económicos no son el riesgo fundamental sino el uso que hagamos de la libertad ante las presiones económicas” . En la misma fecha F.D. Roosevelt rompe los grilletes que aprisionan la política económica estadounidenses. Estado y empresas se apoyan mutuamente. Los bancos solventes abren de nuevo sus ventanillas y las obras públicas combaten la depresión. En 2023 los bancos centrales mantienen la vigilancia.♦