“El frenazo del comercio mundial (+1,7% 2023 est. vs 6% en 2022) realza el valor de nuestro sector exterior, principal artífice de la recuperación económica española”.

Luis Alcaide
Luis Alcaide

Las exportaciones españolas constituyen una actividad desconocida de nuestros ciudadanos, también de los partidos políticos y en general de la sociedad civil. El comercio exterior no forma parte de nuestras preocupaciones. Ahí está el ejemplo de la pujante y agresiva penetración de mercancías chinas que hacen de este país el proveedor numero uno de España. Ninguna discusión en las Cortes de la nación. Sin embargo el comercio exterior, su desarrollo, su dinamismo, ha sido tan desconocido como brillante sin que ninguna cadena de televisión, estatal o privada lo reflejase. El sector exterior, como subraya Raymond Torres director de coyuntura de Funcas (la Fundación de las Cajas de Ahorros) es “el principal artífice de la recuperación de la economía española”. Es decir, el poderoso y constante agente que ha permitido situar al PIB en el primer trimestre de 2023 una decima por encima del registrado en el ultimo trimestre de 2019. Los analistas macro de Morgan Stanley sitúan la media de crecimiento de las exportaciones mundiales entre 2011 y 2019 en un 4% anual. Al asomarse a 2023 su estimación se encoge hasta el 1,7% lo que les lleva a afirmar que las exportaciones mundiales se han estancado en volumen y que han descendido en valor un 2,2%. Las recientes estimaciones de estos analistas prevén para EEUU un incremento de sus ventas al exterior del 3,8% en 2023 y del 2,1% en 2024. Por otro lado, el avance de las exportaciones de la UE en 2023 se limitaría a un 2,6%. La única gran excepción a escala mundial sería la India, un país en la pista de despegue, a punto de levantar el vuelo.

España es quizá demasiado pequeña para incorporarla como otra excepción relevante. Ahora bien, las exportaciones españolas entre 2014 y los últimos doce meses que terminan en el pasado abril pasaron de 240.584 millones a 400.000 millones de euros. Un crecimiento medio anual del 6%. Con la particularidad de que en los dos últimos años el avance ha sido realmente espectacular. En efecto, si en 2020, año de la pandemia las exportaciones españolas bajaron en tasa anual un 9,4% en 2021 se incrementaron en un 19,4% y en 2022 el avance fue de 22,9%. La aceleración de las exportaciones a partir de la aguda recesión de la pandemia es un testimonio incuestionable de la vitalidad de la economía española y de la enorme pujanza del sector exportador que de alguna manera se ha visto acompañado por el buen desempeño de las autoridades tutelares.

Aquella España “devota de Frascuelo y…” es hoy un país abierto, competitivo en industrias y servicios, cuyas ventas al resto del mundo representan el 40% de su PIB mientras el valor de todas las exportaciones mundiales se limita al 30% del PIB mundial. Recuerda Bradford De Long (Historia Económica del S.XX) el adiós al sermón maltusiano de “religión, monarquía y patriarcado” y la bienvenida al de “industrialización, organización empresarial y expansión del comercio”. ¿Qué quienes exportan? Primer renglón, maquinaria y bienes de equipo, seguido muy de cerca por la industria química y farmacéutica y después por frutas y verduras y el sector del automóvil.♦