Desde hace milenios los humanos exploran la Naturaleza, en cuanto hubo noción de necesidades primarias como nutrición y seguridad. La vasta experiencia adquirida, abrumadora en los dos últimos siglos, no logra saber ni explicarlo todo, ni controlar sus fenómenos. Los hallazgos amplían el conocimiento, pero es arduo indagar sobre las comunidades prehistóricas, anteriores a la escritura; y casi imposible adentrarse en el acontecer de los pueblos ágrafos, situados casi todos en climas tropicales, cuya atmósfera depredadora impide conservar vestigios perecederos. Como tampoco se conocen cuantas especies animales y demás seres vivos pululan por tierra y mar, ni todas las vegetales y minerales.

El empeño y dedicación de científicos y naturalistas palía el desconocimiento; cada año se descubren nuevas y curiosas especies, como el calamar rosáceo, apodado «bizco» por mirar de reojo, avistado en la costa de California; o esa hormiga «bomba» de las selvas de Malasia y Borneo jerarquizada en «clases»: la ‘proletaria’ explota para ahuyentar al enemigo; la ‘burguesa’ bloquea los accesos con su boca en forma de tapón. El 95% de los reptiles de Madagascar no existe fuera de la isla, y siguen apareciendo raros ejemplares de camaleones. Era conocido, pero dejó de verse durante 60 años: el mamífero con espinas de erizo y hocico de oso hormiguero reapareció en su ambiente indonesio. Igual que la «rata canguro de San Quintín», animal que se creía extinguido y resurgió en California. Optimistas hallazgos y recuperaciones que no compensan las pérdidas: cada año desaparecen del Planeta cientos de especies animales y vegetales; meses atrás el «Gato fantasma» se extinguía en Norteamérica, y el rinoceronte blanco del Norte perdió a su último macho hace pocas semanas.

Formaban el archipiélago japonés 6.852 islas en 1987; hoy son 14.125, según actualizó la Autoridad Geoespacial a principios del año que finaliza. Atribuyen tan espectacular incremento a la actividad volcánica submarina, una mayor calidad de la tecnología topográfica y a la digitalización de mapas. ¿Estamos más cerca de la formación de Amasia, el continente que surgirá al «cerrarse» el Océano Pacífico, «antes» de 300 millones de años, según algunas teorías?♦