En épocas pretéritas, los hostigados en su patria hallaban sosiego en otro lugar. ¿Dónde refugiarse ahora, cuando arrecia la intolerancia? Estados Unidos, tierra prometida para pobres y disidentes, alza muros de contención. Europa, símbolo de paz y libertad, bunkeriza sus lindes. Marrullerías que deslucen tradiciones humanistas y emblemáticas esencias culturales que ni el totalitarismo franquista vulneró. Ejemplos: dos destacados escritores estadounidenses afincados en España, como otros en Francia, huyendo del oprobioso racismo para vivir con dignidad.

En el cementerio de Benisa (Alicante) descansa Chester Himes desde 1984, celebrado autor afroamericano, icono del ‘género negro’ con Dashiell Hammed y Raymond Chandler. Nació en Jefferson City (Misuri, 1909); expulsado de la Universidad, fue encarcelado por robo en 1928. Escribiendo en prisión, publicó su primer relato en 1934. Liberado, trabajó en oficios precarios. Su exitosa primera novela, ‘Si grita, déjalo ir’ (1945), le permitió dedicarse a la literatura, caracterizada por la denuncia de la discriminación política y social. Sus libros más celebrados narran la vida cotidiana en las calles de Harlem desde la mirada fatalista y el humor sarcástico de los detectives Ataúd Johnson y Sepulturero Jones: ‘Por amor a Imabelle’, ‘Todos muertos’, ‘El gran sueño del oro’,  ‘Algodón en Harlem’ o ‘Un ciego con una pistola’. Como Ernest Hemingway, Richard Wright o James Baldwin, residió en París desde 1953. Recaló en Moraira en 1969.

José Manuel Lara, fundador del Grupo Planeta, reconoció que ‘Mientras la ciudad duerme’ consolidó su proyecto empresarial. Su autor: Frank Yerby (Augusta, Georgia, 1916), hijo de afroamericano y escocesa, vivía en España desde 1955. Su condición racial le causó tempranos problemas en la “América profunda” dominada por el Ku Klux Klan. Obtuvo un importante premio en 1944 con un relato publicado en ‘Harper’s’; dos años después, ese libro sería el primer ‘best seller’ de un escritor negro. Harto del racismo, vivió en Francia desde 1952. Su matrimonio con una española le instaló en Madrid, donde fallecería en 1991. Precursor de la ‘novela histórica’ con títulos inolvidables: ‘El camino de los Griffin’, ‘Negros son los dioses de mi África’, ‘Pasiones humanas’ o ‘Mis dioses han muerto en Missisipi’. ¿Tendrían hoy esperanza estos pioneros de la integración?♦