El rápido desplome en las encuestas de Armin Laschet, el sucesor de Merkel al frente de la CDU, abre la puerta a una posible victoria de Olaf Scholz, el líder socialdemócrata, en las elecciones del 26 de septiembre. Sea quien sea el ganador, todo apunta a una nueva coalición, que posiblemente deba apoyarse en Los Verdes de Annalena Baerbock e incluso en los liberales del FDP.
POCO MENOS QUE ALARMA en Alemania. El paísaje político ha cambiado de la noche a la mañana a unos días de las elecciones generales. Por primera vez en 19 años la socialdemocracia adelanta al bloque conservador en las encuestas. ¿Qué ha pasado las últimas semanas en Alemania? ¿Qué explica el giro hacia la izquierda del electorado en los sondeos ante la era pos-Merkel? El bloque de centroderecha de la canciller (CDU/CSU), que partía como favorito indiscutible hasta hace muy poco, se ha desplomado en las encuestas, mientras los socialdemócratas del SPD han despegado y se sitúan a la par que los conservadores en intención de voto. El último Politbarometer, el sondeo de ZDF, la cadena pública de televisión, situaba al SPD en cabeza, de celebrarse ya las elecciones en Alemania. Hay pues empate e incluso avance de hasta tres puntos de los socialdemócratas respecto a los conservadores. El diario alemán Bild habla de thriller por la impredecibilidad de los resultados (los alemanes se preparan para un resultado muy ajustado). El conservador Franfurter Allgemeine Zeitung muestra en sus editoriales su preocupación por un posible gabinete rojiverde al que se sume además el partido de La Izquierda, que rechaza cualquier involucración de la Bundeswehr (Defensa) fuera de Alemania. “Calcetines rojos”, titula Heribert Prantl, del muniqués Süddeutsche Zeitung, criticando en su columna editorial que el anticomunismo tradicional de la Alemania occidental sirva todavía como arma arrojadiza en la política federal.