“La independencia del BCE fue una exigencia específica que impuso Alemania y se incorporó a los tratados de forma inequívoca, así que el BCE no puede reconocer la jurisdicción del tribunal constitucional alemán, que en el peor de los escenarios podría prohibir al Bundesbank su participación en el PEPP”.
El mundo marcha desbocado, las noticias acongojantes de hoy desplazan a las de ayer, olvidadas o reducidas a un tenue recuerdo, y mañana serán desplazadas por otra nueva serie. Pero la revista no puede ignorar algunas noticias cuyas consecuencias reclaman un análisis que exige detener el tiempo unos días. La reciente decisión del tribunal constitucional alemán, reflejada ya en el número anterior, quedó marcada por las palabras inquietantes del presidente del Bundestag que encabezaron entonces y ahora la columna. Quizá pueda hoy ahondarse algo más en los “peligros” y en el margen para estrecharlos.
Die Zeit despide al juez
Una semana después del fallo, el semanario Die Zeit [14 mayo] entrevistó al presidente del constitucional alemán, Andreas Vosskuhle, con motivo de su retiro después de los doce años reglamentarios (diez como presidente). El guión de temas y la curiosidad del entrevistador eran justificadamente amplísimos, porque se trata de una figura que ha interpretado y ha influído en la política alemana a través de años muy difíciles. Pero la entrevista arranca, sin rodeos, con el tema que ahora nos ocupa.
El entrevistado recuerda que el tribunal está al servicio de la ley y del derecho, que deben ser los patrones para enjuiciar su labor, pero que tiene muy presente la unidad de ordenamiento jurídico que debe presidir la UE . Los tribunales constitucionales europeos está legitimados, y obligados, a intervenir en los casos excepcionales en que alguna institución europea se extralimite seriamente en las competencias que tenga transferidas. La coincidencia de pareceres con el tribunal de Luxemburgo es plena. Naturalmente, es frecuente que dos tribunales tengan diferencias de opinión. Por ejemplo, hace tiempo que las competencias del BCE constituyen tema de debate entre nosotros, y el constitucional alemán ha seguido en general el punto de vista del tribunal europeo. “En esta ocasión, nosotros no hemos compartido todos sus puntos de vista …. pero hacemos una aportación al diálogo. A muchos puede sorprender el uso de términos como willkührlich, arbitrario, pero los juristas lo saben interpretar debidamente…. ¿Podemos cometer errores? Claro, pero una sentencia de 130 páginas debe leerse cuidadosamente antes de que sirva para una discusión seria …..”