Mantenerse en la derrota o virar a estribor
“El partido socialista ha perdido parcelas de poder autonómico y municipal importantes en los dos últimos años. Pero el vuelco anunciado antes del proceso electoral puede haber quedado a mitad de camino. La etapa de las coaliciones aritméticas y de bloque no ha concluido, el consenso constitucional parece una fórmula del pasado desplazada por el ‘bloquismo’ en un eje izquierda-derecha con malos precedentes en la historia de España… ahora son los cinco escaños del PNV los más determinantes. Pueden otorgar el gobierno a uno u otro pretendiente”
Nadie podrá negar que Pedro Sánchez ha hecho todo lo que estuvo a su alcance para no perder las elecciones de 2023. Como Don Quijote puede decir “más no pude” (según la versión a castellano moderno de Andrés Trapiello que enmienda el “no pude más” de Cervantes). Sánchez tropezó, se estrelló, en la primera ronda, las elecciones autonómicas en 12 comunidades y municipales del 21 de mayo, que produjeron un vuelco en el poder autonómico y municipal en favor del Partido Popular. Y el 23 de julio Sánchez no logró obtener ni un voto, ni un escaño más, que Alberto Núñez Feijóo, pero se ha acercado lo suficiente para intentar volver a armar una ajustada coalición de izquierdas e independentistas. El clavo del abanico lo tiene el PNV con sus cinco escaños que valen más que nunca y que están en el mercado.