“Es tiempo de que tanto el BCE como la FED inicien la desescalada de tipos. La economía no puede resistir más tiempo tan elevado precio del dinero sin resentirse seriamente”
Tanto Jerome Powell como Christine Lagarde advierten con reiterada insistencia que no rebajarán los elevados niveles de tipos actuales hasta constatar una convergencia sostenida y efectiva de la inflación hacia su objetivo a medio plazo. Una referencia establecida en el 2% desde tiempos pretéritos por mera convención, sin razón convincente que lo avale. Se supone que un alza en los precios de tal tenor refleja el mínimo empuje necesario en los costes totales de una economía para avanzar a una velocidad de crucero acorde con su expansión potencial. En suma, una inflación que impulsa la actividad de forma equilibrada, sin necesidad de estímulos o frenos monetarios.