Texto: Carlos Balado (Profesor de OBS Business School y director general de Eurocofin) •
“Nuestra moneda carece de un mercado líquido y profundo, y de una sólida base jurídica e institucional que le permita competir con el dólar como moneda de reserva”.

Stephen Jen, un antiguo economista del Fondo Monetario Internacional, ideó la teoría de “La sonrisa del dólar” que establece que el dólar estadounidense, la moneda de reserva mundial, tiende a apreciarse cuando la economía estadounidense se fortalece y también cuando se debilita. Al representar en un gráfico las tres fases distintas del ciclo económico y su relación con el dólar surge de un extremo a otro una línea que se asemeja a una sonrisa. En la primera fase, la recesión económica (lado izquierdo de la sonrisa) tiene como fundamento una huida hacia la seguridad. Durante las recesiones económicas o las crisis financieras mundiales los inversores buscan activos refugio, y la moneda estadounidense es considerada como tal debido a su estabilidad y liquidez. Como resultado la demanda del dólar aumenta, lo que provoca su apreciación. Posteriormente, los inversores trasladan su capital a valores del Tesoro de EE.UU. que se consideran inversiones de bajo riesgo, como la deuda pública estadounidense (bonos del Tesoro), independientemente de la situación de esa economía. Sin embargo, para comprar bonos del Tesoro de EE.UU. son necesarios dólares, por lo que el aumento de su demanda lo fortalece. En una segunda fase, a medida que la economía comienza a recuperarse, aunque sigue débil

