Nils Goldschmidt, Director del Instituto Alemán de Economía Social de Mercado

“En Alemania nadie se atreve a hacer la necesaria reforma de las pensiones”

“Nadie se atreve a hacer la reforma de las pensiones, lo que supone una carga cada vez mayor para las finanzas estatales. Más de una quinta parte de los presupuestos del estado fluye anualmente a la caja pública de jubilación. Esta situación es insostenible. Necesitamos un debate tanto en Alemania como en Europa para elevar la edad de jubilación y elevar la cuota de mujeres que trabajan. El 50% lo hace a media jornada. Y necesitamos inmigrantes.

Alemania celebra 75 años de Economía Social de Mercado, el orden económico que le sirvió al primer Gobierno de la República Federal de Alemania como pauta para encauzar su política económica tras la II Guerra Mundial. El capitalismo social o capitalismo del Rhin es un modelo de economía que, desde la base de la libre competencia, defiende la libertad de la iniciativa privada y combina esa libre iniciativa con un progreso social garantizado por la capacidad económica. Bajo el liderazgo de los democristianos Konrad Adenauer (canciller entre 1949 y 1962) y Ludwig Erhard (canciller entre 1963 y 1966) se impulsó el llamado milagro económico alemán. Nils Goldschmidt dirige el Instituto alemán de Economía Social de Mercado desde 2012.

En 2024 la deuda pública alcanzará el 68% del PIB alemán. ¿No le parece que Alemania tiene margen para gastar o está usted a favor de que recupere el freno a la deuda como proponía Christian Lindner, el ministro de Finanzas?

Esta es una cuestión que abre un debate muy emocional en Alemania. Levanta muchas emociones. Desde el punto de vista económico, sería razonable establecer una cuota de deuda; en Alemania barajamos tanto el freno a la deuda [entre 2020 y 2022 el Gobierno federal suspendió el mecanismo constitucional de freno a la deuda y, para 2024, pretendía volver a limitarla al 0,35% del PIB] como el llamado ‘Schwarze Null’ o cero negro, que implica que no se puede gastar más de lo que se ingresa, es decir el equilibrio presupuestario. Por otro lado, considero que esta cuota puede ser flexible. Vivimos en unos tiempos en los que todo está cambiando. Desde ese punto de vista, no ayuda agarrarse a dogmas,

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