“La verdad es que veo mucha improvisación en todo esto”
“En el caso concreto de nuestro país hemos tenido muchas idas y venidas, mucho centralizar toda la gestión de la pandemia para finalmente descentralizar, y volver a centralizar, con una falta de pautas de comportamiento que han hecho imposible que las administraciones locales pudieran reaccionar de manera equilibrada… ahora mismo lo acabamos de ver con el asunto de las vacunas, ahí también se ha puesto de manifiesto todo lo peor de la gestión de la pandemia”
TEXTO: Pedro A. Muñoz •
FOTOGRAFÍA: Jesús Umbría •
La pandemia parece haber aflorado todo tipo de problemas latentes, desde los altos niveles de interinidad que se dan entre los profesionales sanitarios al incumplimiento por parte de las Administraciones Públicas de las leyes sobre morosidad, por no hablar de cierta incompetencia en la gestión… La pandemia ha sido una prueba de fuego para muchos directivos y políticos por una razón simple: un hecho tan inesperado, y por lo tanto absolutamente disruptivo, ha obligado a tomar una serie de medidas, en tiempo récord, en todos los ámbitos. Tanto en el sanitario como en el político, en el empresarial, en el social… en todos ha habido que tomar medidas.
¿Qué ha echado en falta?
¿Qué se ha echado de menos? Es fácil decirlo para un observador no involucrado directamente pero creo que hubiéramos necesitado menos improvisación, más capacidad de análisis comparativo entre distintas administraciones, regiones, países, etc. ¿Y dar respuesta a la pandemia con algo más que solidaridad? La verdad es que no descubro nada nuevo, pero evidentemente en el caso concreto de nuestro país hemos tenido muchas idas y venidas, mucho centralizar toda la gestión de la pandemia, para finalmente descentralizar y volver a centralizar, con una falta de pautas de comportamiento que han hecho imposible que las administraciones locales pudiesen reaccionar de manera equilibrada.
¿Por no hablar del encono y la división política?
Un tema bastante lamentable. Incluso en tiempos de pandemia se sigue manteniendo esa especie de competitividad interna entre los líderes, una postura que es, que se entiende que es lo que debe de ser en democracia, pero que resulta un tanto discordante en tiempos de una crisis como esta. Se ha echado de menos fomentar más el entendimiento. Todo lo que haya sido generar competitividad, en el sentido más perverso de la palabra, en el caso de la pandemia, sobra, es dañino y totalmente innecesario. Hay que fomentar un ambiente de colaboración para saber en qué áreas se está haciendo mejor y dar respuestas. La verdad es que veo mucha improvisación en todo esto. Ahora mismo lo acabamos de ver con el asunto de las vacunas, ahí también se ha puesto de manifiesto todo lo peor de la gestión de la pandemia, de los remedios a esa pandemia, pero…