La productividad baja

Si la productividad no crece los salarios no pueden aumentar, salvo a costa de más paro. Y la actualización del salario mínimo o de las pensiones se convierten en una irresponsabilidad.

ESPAÑA, TRAS EL DESARROLLO que alcanzó en los años 1960-73, en que llegó a una renta per capita del 80% de la de los países de la Comunidad Europea, no consiguió mantener ese ritmo, y fue poco a poco distanciándose respecto a los países más desarrollados.

EL PIB per capita es el PIB dividido por el número de habitantes. Teniendo en cuenta que un aumento de la RPC podría devenir de una bajada de la población, lo que resulta indeseable, debemos centrarnos en el PIB y sus componentes.


“El problema está en las empresas de menos de 10 trabajadores, que en España suponen casi el 90% del total, y que tienen una productividad que es la mitad de la que tienen las micropymes alemanas»


La tasa de crecimiento de PIB es el resultado del aumento de la productividad de los factores utilizados: capital, trabajo, y un elemento tan importante como la buena coordinación de estos por las unidades productivas o empresas. Ahora bien, como dice Jose Carlos Diez:

“La productividad en España tiene un comportamiento dual y lo determina el tamaño de la empresa. Las empresas mayores de 50 trabajadores españolas tienen niveles de productividad similares a sus homólogas en la OCDE. Son empresas que han sabido adaptarse a la era de la tecnología global. El problema es que representan un porcentaje menor del total de empresas que en los países que tienen más renta por habitante. La baja productividad de la economía española se concentra en empresas pequeñas, especialmente en las micropymes de menos de 10 trabajadores que suponen casi el 90% del total y que tienen una productividad la mitad que las micropymes alemanas”.

Para acceder a este contenido, necesita una suscripción a la Revista Consejeros, vea los “PLANES DE SUSCRIPCIÓN”.
Si ya dispone de una suscripción debe “INICIAR SESIÓN”.