El verdadero «dumping fiscal» lo tenemos en Portugal, con un gobierno de izquierdas, donde no existe este impuesto y jubilados de alta pensión reciben un tratamiento fiscal que invita a la inmigración.
Texto: Luis Iturbe •
Ex presidente del Instituto Español de Analistas Financieros •
![Luis Iturbe](https://i0.wp.com/revistaconsejeros.com/wp-content/uploads/2021/01/luis-iturbe-150.jpg?resize=150%2C150&ssl=1)
Hace poco más de dos años (en octubre de 2018) publiqué en estas mismas páginas un artículo a propósito del Impuesto sobre el Patrimonio, que denominado extraordinario en su implantación (1977) se ha convertido en ordinario y crónico. En dicho artículo calificaba este impuesto como
injusto y técnicamente deficiente, para lo cual describía las siguientes siete características que apoyaban mi argumentario.
• Insólito en los países de nuestro entorno.
• Contrario a la teoría económica.
• Confiscatorio.
• Discriminatorio por clase de activos.
• Discriminatorio para un mismo activo.
• Eludible por algunas grandes fortunas, y
• Condenado por los expertos.