La OCDE mejora levemente su previsión para España mientras Sánchez, que “va tirando y gobernando como puede”, aumenta un poco más la inestabilidad política con el golpe de mano en Murcia, que pone en jaque a Díaz Ayuso en Madrid.
Hemos empezado el año mal. Vamos a la política. En las elecciones catalanas, con la candidatura del exministro de Sanidad, Salvador Illa, ha habido un fuerte crecimiento del PSC que ha quedado en primera posición y que tendrá efectos positivos a medio plazo. Pero el independentismo (con las CUP) ha revalidado su mayoría absoluta lo que hace prever otro gobierno independentista con Pere Aragonés (ERC) como “president”. ERC tiene una hoja de ruta más realista que la de JpC, Torra y Puigdemont, pero el conflicto catalán sólo se “desinflamará” -si lo hace- a ritmo lento.
Y Catalunya podría quedar paralizada hasta finales de julio si Puigdemont forzara una repetición de las elecciones con la esperanza de quedar por delante de ERC (sólo les ha separado un escaño) y no tener así que ceder la presidencia de la Generalitat a sus amigos políticos (y enemigos mortales) del partido de Oriol Junqueras.
Vamos a la totalidad de España. El Gobierno va tirando y gobernando como puede, pero el ruido de los frecuentes choques entre el PSOE y Podemos no es un factor de estabilidad y puede retrasar decisiones económicas importantes de cara a las reformas necesarias para el plan de recuperación europeo. En este momento lo más urgente son las ayudas directas a las empresas, que se espera que el Gobierno apruebe el próximo viernes 12 de marzo, y que podrían dar un respiro a la situación de muchas empresas.
Pero no todo es negativo
Por otra parte, frente a un gobierno desunido, tenemos un PP en crisis por su pésimo resultado en las elecciones catalanas (tres míseros escaños frente a once de Vox), por su extesorero Bárcenas desencadenado, y por las indecisiones permanentes de Pablo Casado, mortificado ahora por las regañinas de Aznar que habla de “unir todo lo que está a la derecha del socialismo”. Y Mayor Oreja agita en el ABC al Frente Popular. En este clima de conflictos internos del Gobierno y de crisis del PP -que no se va a resolver huyendo de Génova- es casi imposible (y querría equivocarme) algún acuerdo sustantivo entre Pedro Sánchez y Pablo Casado como, por ejemplo, la renovación del Consejo General del Poder Judicial que lanzaría un mínimo mensaje de normalidad institucional.
Y la economía tampoco va en los dos primeros meses del año. Los datos de consumo y de empleo de febrero no son buenos y los famosos índices PMI de la eurozona auguran una contracción en el primer trimestre. En Europa el sector manufacturero tira (índice 57,9 en febrero frente a 54,8 en enero cuando el 50 es el punto que separa la contracción y el crecimiento), pero el poderoso sector servicios no sigue. Por eso el PMI compuesto de la zona euro está en zona recesiva (48,8 en febrero), lo que hace muy posible que la zona euro vuelva a entrar en recesión (dos trimestres consecutivos de Pib negativo) al acabar marzo.
No sería el caso de España, que en el último trimestre del 2020 tuvo un ligero crecimiento, pero los PMI de España son ahora peores a los europeos. El PMI manufactero de febrero sí pasó a zona de crecimiento (52,9 frente a 49,3 en enero), pero el PMI compuesto -afectado por el cierre de las CC.AA que es una barrera casi total para el turismo- fue del 42,7, en plena zona recesiva y seis puntos por debajo del de la zona euro.
“Los PMI de la zona euro auguran una contracción en el primer trimestre y en España la tensión política tampoco inclina al optimismo”
El panorama a día de hoy (10 de febrero) no es pues de color de rosa sino todo lo contrario. Pero no todo es negativo. Como remacha Paul Krugman: “la bolsa no es la economía; dos, la bolsa no es la economía; y tres, la bolsa no es la economía”. Pero los índices bursátiles indican algo y están al alza. El Ibex español, que no es de los más brillantes, ha recuperado esta semana los valores anteriores a la pandemia. Y los americanos siguen subiendo, aunque acusan -en especial el Nasdaq- los temores a un rebrote de la inflación que ha hecho que el tipo de interés de los bonos americanos a diez años haya escalado de mínimos a final de año hasta el 1,6%. Que surja en el horizonte la preocupación por la inflación -el petróleo ha vuelto a rozar los 70 euros por barril- plantea muchos interrogantes (y más para España), pero, al menos a corto, es positivo ya que hasta ahora lo que generaba miedo era la pervivencia de la deflación.
Suma un 1% al crecimiento mundial
No es sólo el Ibex. El informe de la OCDE del martes 9 de marzo exhala optimismo sobre la economía mundial y la española, a la que estudia por primera vez dentro de su informe general. La previsión de aumento del Pib mundial para el 2021, que en diciembre era del 4,6%, ha saltado ahora al 5,6%, un punto más. Y para la economía española es del 5,7%. Según la OCDE el crecimiento español de este año sólo será superado por India, China, Estados Unidos, Turquía y Francia. Y el Pib español crecerá más que la media de la zona euro tanto este año (5,7% frente a 3,9%) como en el 2022 (4,8% contra 3,8%).
Las causas fundamentales del optimismo de la OCDE son dos. Una, que el plan Biden de inyección de 1,9 billones de dólares en la economía (el 8% del Pib) va a hace que el Pib americano rebote del 3,2% previsto en diciembre a nada menos que el 6,5% y que ese rebote va a tirar al alza la economía del mundo en un 1%, aunque el efecto sobre la zona euro será menor.
El segundo motivo es que confía en que las vacunas pueden hacer cambiar el panorama en los próximos meses. La OCDE cree que los paquetes fiscales de apoyo son fundamentales y se deben mantener, pero otorga más relevancia a la aceleración de los ritmos de vacunación, que pueden ser muy decisivos para España, que depende mucho del aumento de la movilidad y del turismo. Pero la OCDE advierte que el ritmo de vacunación de los países europeos está siendo inferior al conveniente. En la provisión de vacunas la Comisión de Bruselas ha sido menos eficiente que Estados Unidos, Gran Bretaña e incluso Israel. Europa ha actuado unida ante un desafío mayúsculo -y España y otros países han salido favorecidos al no tener que negociar solos son las grandes multinacionales de la farmacia. Pero un organismo supranacional -que no es todavía un Estado- es menos eficiente que los estados potentes y consolidados.
Resumiendo, la OCDE es optimista porque cree que la gran inyección keynesiana de Biden, que algunos economistas solventes creen que puede hacer rebrotar la inflación, se derramará generosamente sobre América y sobre el mundo y porque confía en que la vacunación rápida tendrá efectos muy positivos. Mas todavía en los países como España en los que el turismo es clave.
Esperemos que sea así. Pero la OCDE avisa. La provisión de vacunas, que depende de Bruselas, y la eficiencia de las autonomías en sus planes de vacunación serán esenciales. Y aún así España no volverá a los niveles de Pib y de empleo hasta, como pronto, el segundo semestre del próximo año.
Cs quiere centrarse
Cuando esta crónica ya esta finalizada salta la noticia de la moción de censura de C´s, apoyado por el el PSOE, contra el gobierno del PP de Murcia. Inés Arrimadas intenta así marcar una línea más centrista y menos dependiente de la derecha para C´s. Pero mas importante es la réplica en Madrid. Isabel Díaz Ayuso, cuyo asesor político es Miguel Angel Rodriguez, muy cercano a Aznar, ha respondido echando a C´s de su gobierno de la CC.AA, disolviendo la Asamblea y convocando nuevas elecciones.
Y ha sido explícita respecto a su objetivo: “Quiero gobernar sola. Aspiro a la mayoría absoluta”. O sea que aspira a reunir todos los votos a la derecha del socialismo, justo lo que recomienda Aznar. Veremos como acaban estos movimientos, pero por el momento ponen de relieve una gran inestabilidad política que no es lo más conveniente para la imagen de un país.♦