Jorge Prim, Vicepresidente del Grupo Prim

“Somos la 5ª generación, cuando se supone que la 3ª suele destruir el negocio”

“Hoy en día muchas empresas empiezan en garajes, nosotros empezamos en 1870, en un establo de Alsasua, en la parte trasera de una casa donde mi tatarabuelo montó el pequeño taller de zapatería que se convirtió con el tiempo en ortopedia (…) ahora la compañía es una familia de familias: la familia Comenge -primer accionista- la familia Masaveu, la familia García Becerril y por supuesto la familia Prim ¿Fidelity? lleva con nostros desde los años 90 y nunca nos ha pedido absolutamente nada”

FOTOGRAFÍA: Jesús Umbría •

Es una empresa que ha sido capaz de pasar dos guerras mundiales, una guerra civil, varias crisis internacionales y un evento que no es baladí en el ámbito de las empresas familiares, y es que somos la quinta generación, cuando se supone que la tercera es la que suele destruir el negocio. No es un mérito mío, tengo clarísimo que viene de mis predecesores, pero es un legado que nos hemos encontrado. Es también una de las compañías más antiguas del sector de la sanidad. Nuestro prestigio ha venido por la parte de ortopedia, pero tenemos otros canales de farma, de fisioterapia, de podología. Y luego en la parte de tecnología médica, somos de los pocos fabricantes, distribuidores y diseñadores “Made in Spain” en un montón de campos de actividad. Muchos están localizados en un nicho concreto, pero la amplitud de sectores y de canales que toca Prim nos diferencia con respecto de otros. En medical device sólo hay una empresa más antigua, pero en ortopedia no he sido capaz de encontrar ninguna más longeva” explica Jorge Prim, vicepresidente de una empresa que celebra este año su 154 aniversario.

La capacidad de adaptarse a los cambios suele ser un factor diferencial en las historias de éxito corporativas…

Fíjese que Prim empezó a distribuir lo que se denominaba entonces insumos hospitalarios en el año 63, aunque por lo que más se nos ha conocido ha sido por el negocio de la ortopedia que se inició en 1870. Hoy en día muchas empresas empiezan en garajes, nosotros empezamos en un establo de una pequeña aldea como era Alsasúa, en la parte trasera de una casa donde mi tatarabuelo montó el pequeño taller de zapatería que se convirtió con el tiempo en ortopedia. Y de ahí a dónde hemos llegado en la actualidad. El conocimiento que tenemos del mercado es de interés. Y todo esto también tiene que ver con ser una empresa innovadora. Fuimos innovadores al pasar de zapatero a ortopeda, cuando pasamos de Alsasúa a abrir la primera tienda de ortopedia en Vitoria a finales del XIX, innovadora cuando se viene a Madrid y pone en marcha una distribuidora que empieza a traer tecnología. Esa fue realmente la innovación de Prim: traer fabricantes americanos, franceses, alemanes, británicos, de los que nosotros éramos representantes en España e identificar tecnologías novedosas para que nuestros médicos pudieran mejorar la vida de los pacientes.

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