“El X Foro del Consejero apuesta por resetear la agenda de la Comisión de Auditoría para vigilar la consistencia entre lo que pasa dentro de la empresa y lo que se comunica fuera”.

Texto:Miguel Ángel Faura •
Socio de auditoría de KPMG y responsable del programa de Empresa Familiar •

Navegar con viento a favor y sin nubarrones en la travesía es el deseo de todos los capitanes que quieren llevar a buen puerto sus barcos. Los consejeros también quieren aplicar esa situación en las empresas que administran, pero la realidad lleva ya unos años siendo esquiva con esa aspiración y lo que se vislumbra desde el puente de mando y en los mapas de previsión son sucesivas tormentas, cada una acompañada de fuerte marejada. Pero aunque el barómetro indique que hace ‘muy mal tiempo’ fuera, al Consejo le toca mantener la calma, poner ‘buena cara’ y exprimir su mejor conocimiento para guiar a la tripulación con las mejores estrategias y decisiones. Pandemia, dificultades en las cadenas de suministro, conflictos bélicos, fuerte aumento del coste energético y de materias primas, niveles de inflación de otras épocas, subida de tipos de interés, disrupción tecnológica, ‘gran renuncia’… nos indican que la incertidumbre va a ser más permanente que pasajera, y que la gestión de las empresas deberá tener en cuenta está complejidad. Asi se puso de manifiesto durante el transcurso del Foro del Consejero, organizado por KPMG e IESE, que cumplió este año su décima edición y que ahondó en ‘el valor del Consejo en un entorno incierto’. Precisamente, contar con diversidad en el equipo de gobierno fue uno de los valores identificados, y dentro del consejo la independencia de los consejeros tuvo su protagonismo de la mano del presidente de la CNMV, Rodrigo Buenaventura, que defendió el papel que representan ante un panorama marcado por cambios en estrategia, en paradigmas tecnológicos, en condiciones financieras, en los riesgos y oportunidades de todo tipo. “El consejero independiente es un baluarte para que la misión de la compañía se mantenga en beneficio de todas las partes: procurar el valor a largo plazo para el conjunto de accionistas, con pleno respeto a la legislación y a las responsabilidades de la empresa con los demás colectivos y la sociedad”.