“Al igual que en los mercados públicos más grandes, la asunción de riesgos en los mercados privados es procíclica, ya que las inversiones aumentan cuando los mercados bursátiles van bien y la liquidez es abundante. Esta asunción de riesgos ha contribuído a la reciente acumulación de deuda en el sistema en general y puede tener implicaciones más amplias para la estabilidad financiera, sobre todo porque los bancos financian las operaciones de los mercados privados y a los inversores” explica el autor -reelegido el mes pasado al frente del BIS- en el prólogo, que recogemos aquí, del último informe de la entidad.


Texto: Agustín Carstens
Gerente General del Banco de Pagos Internacionales


Desde la Gran Crisis Financiera (CFG) los intermediarios financieros no bancarios (IFNB) han aumentado masivamente su presencia. En parte, esto representa una tendencia estructural a largo plazo; también ha sido una respuesta a la reducción de personal de las entidades bancarias. Las IFNB ofrecen una amplia gama de oportunidades de inversión y financiación, y como tal son una saludable fuente de diversificación en la financiación externa. Cubren áreas que los bancos no cubren, potencian la innovación y el crecimiento económico y pueden contribuir a que el sistema financiero sea más resistente al riesgo de crédito.

Dada su importancia, las IFNB han atraído una creciente atención política. Aunque sus actividades tienen implicaciones obvias para la protección de los inversores, su impacto tiene un alcance mayor. Cuando las cosas van mal, las IFNB pueden desencadenar o amplificar las tensiones del mercado. Y afectan a la forma en que la política monetaria se transmite a la economía, a su aplicación cotidiana e incluso a su calibración y comunicación. Las recientes perturbaciones en los mercados de deuda pública, de las que se ocupa este Informe Trimestral, son el último ejemplo de cómo las IFNB pueden tener un efecto importante incluso en la curva de rendimientos de la deuda pública de EE.UU., uno de los principales objetivos de la política monetaria y la referencia para la fijación de precios de los activos en todo el mundo.

Esencialmente, las IFNB han cobrado importancia en los debates políticos porque pueden ser, y han sido, una fuente de inestabilidad financiera. En marzo de 2020 y en episodios anteriores de turbulencias similares en los mercados, el sector de las IFNB amplificó las tensiones debido a sus vulnerabilidades estructurales intrínsecas, especialmente los desajustes de liquidez y el apalancamiento oculto. Al verse amenazada la estabilidad de todo el sistema, fue necesario el apoyo masivo de los bancos centrales para restablecer la calma. Estos sucesos repetidos sugieren que el statu quo es inaceptable. Es necesario realizar ajustes fundamentales en el marco regulador de las IFNB para que sea totalmente adecuado.

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