“Antes teníamos limitaciones financieras, ahora el objetivo es triplicar el valor de los activos”
“Disponemos de una gran capacidad para adjudicarnos proyectos, una capacidad que contrastaba, hasta ahora, con una serie de limitaciones financieras y de tamaño de balance. Sin embargo, en este ciclo estratégico vamos a eliminar esas barreras. Por eso nos marcamos un objetivo ambicioso a 2033, de triplicar el valor de nuestros activos. Hemos dejado atrás asuntos pasados que nos lastraban y ahora nuestros recursos están enfocados a proyectos estratégicos”.
TEXTO: Ignacio J. Domingo •
FOTOGRAFÍA: Jesus Umbría •
El mensaje que Sacyr trasladó a inversores y accionistas en la junta general de junio fue contundente: El objetivo es convertir la compañía en la mayor multinacional de infraestructuras de transporte, salud y agua en 2033. Año al que Elena Jiménez de Andrade, su consejera coordinadora, señala como el epílogo de un largo ciclo estratégico recién inaugurado que encierra una meta ambiciosa: “triplicar el valor de nuestros activos”.
En el trayecto, la compañía abordará otro desafío operativo, la división de los cargos de presidente y consejero delegado que en la actualidad aúna Manuel Manrique y que forma parte de un cambio ordenado de cesión de sus poderes ejecutivos en 2025. Para Jiménez de Andrade, “es un paso más hacia la mejora del gobierno corporativo, como lo será también el año que viene alcanzar el 40% de mujeres en el consejo”.
La consejera independiente de Sacyr interpreta esta remodelación de su estructura societaria y organizativa tras la venta de la división de Servicios en dos procesos separados -uno, a Morgan Stanley Infraestructure Partners (MSIP) y otro a Serveo, en el último tramo de 2023- como el fruto de “la desinversión en actividades de servicios” dirigida a “reducir la deuda corporativa” para centrarse en la prioridad: “focalizarnos en el negocio concesional”.
El mercado saludó la decisión con una revalorización del 22,9% de la acción en otoño, aún antes de conocer el Plan Estratégico 2024-27, que prevé 1.350 millones de euros de flujo de caja en 2027 -un 60% más que en 2023- con 265 millones de beneficio neto (+73% respecto a los resultados de 2023).
Plantean en su plan estratégico que los activos actuales -3.600 millones de euros- alcancen los 5.100 millones en 2027, con el compromiso de remunerar al accionista con al menos 225 millones en efectivo. Pero todo ello exige incrementos anuales de doble dígito…
La compañía está firmemente comprometida con la creación de valor a sus accionistas sobre dos ejes principales: por un lado, a través del dividendo que, hasta ahora, se ha otorgado en forma de scrip dividend y que, desde 2025, como explicó el presidente en la junta de accionistas, incluirá un componente en efectivo. Y por otro, incentivando la valoración creciente de nuestros activos, que es el mayor factor de empuje a la cotización de la acción en bolsa. Ambos aspectos deben converger impulsados por la confianza que generamos año tras año.