TEXTO: Intermoney •

Desde 1997, cuando 192 países firmaron el protocolo de Kioto, el consumo de energía «no limpia» ha aumentado un 55%. Según la Agencia Internacional de la Energía, en 2050 el consumo de petróleo y gas natural seguirá en niveles similares a los actuales. El del carbón habrá bajado, pero seguirá en niveles de principios de siglo.


Los efectos que el aumento del CO2 tiene en el clima ya se conocían desde finales del siglo XIX, gracias a los descubrimientos de Svante Arrhenius, pero en ese momento se consideraron como algo beneficioso. La preocupación sobre el cambio climático y el calentamiento global no empezó a cobrar importancia hasta 1988, cuando la Asamblea general de la ONU decidió crear el denominado Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).

Más adelante, en 1997, 192 países firmaron el Protocolo de Kioto, con el que se comprometieron a reducir los gases de efecto invernadero a “un nivel que impida interferencias antropogénicas peligrosas en el sistema climático”. Desde entonces, año tras año, la preocupación por este tema ha ido aumentando, sobre todo en los países occidentales. Más tarde, en 2015, llegó el acuerdo de París, donde los países firmantes se comprometieron a lograr para mitad de siglo un equilibrio entre las emisiones humanas y las absorciones de los sumideros naturales. Aunque la expresión “cero neto”, hoy tan común, se utilizó por primera vez en el informe especial sobre un calentamiento global de 1,5ºC, publicado por el IPCC en 2018. En dicho informe aseguraban que para limitar el aumento de temperatura a 1,5ºC respecto a los niveles preindustriales, se debían reducir las emisiones mundiales netas en torno a un 45% para 2030 y alcanzar el cero neto para 2050.

Las renovables también emiten CO2. Durante todo su ciclo de vida, una planta solar fotovoltaica genera 10 veces más CO2 por KWh que una nuclear; una eólica genera el triple

Estos objetivos por muy deseables que parezcan, vamos a ver como son prácticamente imposibles de alcanzar. Vamos a desarrollar diez puntos, que pensamos que dejan claro que en 2050 seguiremos muy lejos de una situación de neutralidad climática.

1 Las transiciones energéticas son lentas y complejas. La primera transición energética tardó en torno a 150 años en completarse y “solo” había que sustituir 1.500 millones de toneladas de madera por carbón y a partir de 1860 también por hidrocarburos.

2La propia AIE asume un escenario para 2050 muy lejos de la neutralidad climática. Según la AIE, en su escenario de políticas nacionales, en 2050 el consumo de petróleo y gas natural seguirá en niveles similares a los actuales. El del carbón habrá bajado considerablemente, pero seguirá en niveles de principios de siglo.

3Las tecnologías renovables, actualmente, no son ni más eficientes, ni más baratas, ni más fiables, que las que pretenden sustituir. En EEUU el coste medio de construcción de una planta eléctrica fue de $1.588/kw en las solares fotovoltaicas; de $1.451/kw en las eólicas y de $820/kw en las de gas natural.

4 El recorrido desde 1997 no invita al optimismo. Desde la firma del Protocolo de Kioto hemos incrementado el consumo de energía “no limpia” un +55%

5 Solo un colapso económico sin precedentes permitiría alcanzar los objetivos del IPCC. Para alcanzar los objetivos del IPCC habría que reducir unos 1.450 millones de toneladas de CO2 al año hasta 2050, frente al aumento medio desde 1995 de 500 millones de toneladas anuales.

Para descarbonizar los procesos de la industria del acero y del amoniaco harían falta cerca de 135 millones de toneladas de hidrógeno verde. En 2024 se produjeron cien mil toneladas

6 La descarbonización de los procesos industriales supone un reto sin precedentes. Para descarbonizar la industria del acero y del amoniaco harían falta cerca de 135 millones de toneladas de hidrógeno verde (en 2024 se produjeron 100 mil toneladas)

7 La necesidad de materiales para esta transición pondrá en grave riesgo al medioambiente. Solo para descarbonizar el sector auto harán falta 150 millones de toneladas de cobre, lo que equivale a 7 años de extracción actual para todos los usos del metal. También se necesitará 40x la cantidad de litio que se extrae actualmente y en torno a 25x el grafito, cobalto y níquel.

8 Las renovables también emiten CO2. Durante todo su ciclo de vida, una planta solar fotovoltaica genera 10 veces más CO2 por KWh que una nuclear, mientras que una eólica genera el triple.

9 El cambio climático es una cuestión global. No servirá de nada que unas regiones se descarbonicen y otras no. China, Rusia e India son responsables del 42% de las emisiones mundiales y no tienen ninguna intención de reducirlas.

10 Alcanzar los objetivos del CO2 IPCC supondría destinar en torno al 10% del PIB mundial durante los próximos 25 años, abocándonos a un decrecimiento o incluso a un colapso económico. No hay precedentes en la historia de esfuerzos económicos similares. ◊