“¿Apoyarían los constitucionalistas catalanes de derechas al candidato también constitucionalista del partido de Sánchez para presidir la Generalitat?”
Tres días después de que el Reino Unido haya elegido un gobierno pragmático y centrista con una enorme mayoría parlamentaria, Francia se ha situado en el extremo opuesto, un Parlamento sin salida entre la extrema derecha y la extrema izquierda” son afirmaciones hechas desde el Reino Unido mientras que, desde Francia, Le Monde afirmaba “la alianza ante la extrema derecha ha impedido que se consolide el desastre en la segunda vuelta de las legislativas”. En efecto, el Reagrupamiento Nacional (RN) y sus propósitos de discriminación, estigmatización y el rechazo de categorías enteras de la población no seguirá adelante. Esa alianza constituida en Francia entre el centro y la izquierda, conjurándose para votar al candidato mejor posicionado en la primera vuelta, ha resultado ser un éxito electoral.
¿Alguna repercusión electoral en España? Cabría preguntarse si los constitucionalistas catalanes de derechas apoyarían al candidato también constitucionalista pero del partido de Sánchez para presidir la Generalitat. El mensaje de los electores catalanes ha sido claro: Victoria de los partidos españolistas y derrota de los nacionalistas del procés. ¿Por qué lo que ha sido posible y necesario en Francia es rechazable en Cataluña, dejando todo a la decisión de ERC, que bastante tiene con sobrevivir electoralmente?.
Al otro lado del canal el nuevo y aclamado primer ministro, el laborista Starmer tropieza con una economía en declive; pérdida del 5% del PIB consecuencia del Brexit y de una desigualdad regional corregida sencillamente porque las regiones más prósperas han caído a gran velocidad. Tarea hercúlea la del primer ministro para conseguir la confianza de los británicos en sus gobiernos. En Francia el centro y la izquierda han colaborado estrechamente para construir un cordón sanitario porque en la primera vuelta los asientos asignados al RN sumaban 39 puestos (obtuvieron más del 50% de los votos en sus circunscripciones y allí no hubo segunda vuelta), por encima de los 32 conseguidos por el NFP o los escuálidos 2 de los seguidores de Macron. En una semana y gracias a la gestión por parte del NFP de 130 circunscripciones, el “Ensemble!” de los seguidores de Macron ocupa hoy la segunda posición con 168 diputados (6.096.872 votos), y por su parte el NFP, que ha recibido el apoyo de 70 seguidores de Macron alcanza el primer puesto (182 diputados; 6.374.582 votos). La unión ha hecho la fuerza y el RN (9.929.069 votos) ha pasado al tercer lugar con 143 diputados. El sueño de la señora Le Pen no ha tenido un buen despertar. En 2017 Le Pen tenía 8 diputados en la Asamblea, pero en 2022 ya fueron 89 y en las elecciones del pasado 7 de julio 143. Una progresión electoral vertiginosa pero también un acicate para que Macron y la nueva izquierda repitan su compromiso por la República y formen un gobierno de unidad. No son las elecciones en el Reino Unido y en Francia una mala noticia para Sánchez y su gobierno de inclinación progresista, como tampoco lo son y muy especialmente para los eurófilos. Por lo pronto la Bolsa francesa ha acogido el resultado con un alza en el valor de las cotizaciones.♦