Por primera vez en la historia de Alemania se va voluntariamente quien ocupa la cancillería, y lo hace con el respeto y el reconocimiento de sus opositores y de sus posibles sucesores, tanto en la CDU como en el Gobierno.

Angela Merkel y Marcus Söder
Ángela Merkel con Marcus Söder, presidente de Baviera y de la CSU, y candidato a sustituirla en la cancillería.

Ángela Merkel se va. La investigadora y doctora en Física por la Universidad de Leipzig, la hija del pastor protestante, la política que vino de la RDA y creció bajo los rigores del régimen comunista, la ministra de Helmut Kohl, el canciller democristiano entre 1982 y 1998 que reunificó Alemania y trajo el euro… Merkel no entró en política hasta la caída del Muro, en noviembre de 1989, y fue elegida presidenta de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) en el año 2000. Casada con un profesor universitario de química, la canciller es una científica pragmática que sopesa cuidadosamente los pros y los contras, pero que actúa con determinación una vez tomada una decisión. Gobierna de una manera factual y poco pretenciosa. Casi con modestia. En el momento actual, impresiona por el contraste entre su estilo minimalista y consensuado frente al trumpismo desbocado y populista. Impresiona tanto por el contenido (encasillada como socialdemócrata por su talente solidario en Europa: “A Alemania no le puede ir bien si a Europa no le va bien“) como por las formas: discreta, nada pomposa ni grandilocuente. Con su lema merkeliano, “lo conseguiremos“, gestionó la crisis financiera, la crisis de los refugiados y ahora la crisis sanitaria.
——12 de los 16 años en los que gobernó Merkel ha habido una gran coalición formada por los democristianos (CDU) y los socialdemócratas (SPD). En 2005 empezó su mandato con una coalición con el SPD y en 2021 concluirá su última legislatura también coaligada con la socialdemocracia.


“Apoyó el paso adelante que supone el Fondo de Recuperación, como apoyó en su día el MEDE, la Ley de Estabilidad… y la entrada de 890.000 refugiados sirios”


Una forma de gobernar que refleja el gran consenso social que distingue a Alemania y que explica, en parte, su éxito en la gestión política y económica. La CDU es un partido de centro, demócrata cristiano, y por tanto social, liberal y conservador. El vicecanciller y ministro de Finanzas, es Olaf Scholz, un socialdemócrata que elogia respetuosamente a Merkel por su labor política y que al tiempo es el candidato del SPD para reemplazar a la democristiana en 2021.

Unos “inventos geniales”
Mientras en EE UU, Gran Bretaña, Francia, Italia, o España han surgido movimientos contra la política establecida, con un mensaje común, nosotros contra los de arriba, en Alemania la mayoría se une al consenso democrático. Pero ¿no existe también en este país cierto desencanto respecto a los líderes políticos? Sí, Alemania también tiene un problema de desigualdad y solidaridad. Tampoco aquí hay bienestar, salud, educación igual para todos. En este país el ascenso social entre generaciones es muy difícil porque todavía está muy vinculado a la procedencia familiar. Por ejemplo, la fuerte selección por notas para acceder desde primaria a niveles superiores favorece a los chicos mejor preparados por sus circunstancias familiares y personales. Un hecho que es amortiguado en parte por la fuerte relevancia de la formación profesional dual, muy reconocida en la economía privada. No obstante, mucha gente se queda por el camino y esa desigualdad resultante es tierra de cultivo para mundos paralelos, asistidos por los medios populistas que mienten sin rubor. Y el coronavirus también contribuye a ese desencanto político. ¿Existe el riesgo de que en Alemania también los partidos liberales pierdan su derecho exclusivo a ejercer el poder?. ¿Es el liberalismo la ideología de los ricos?, como expresa el historiador Timothy Garton Ash. “Cuando solo los ricos, los sanos, los formados pueden comer del potaje de carne ofrecido por el liberalismo, los ignorados se juntan e ignoran a los políticos”, opina el analista Stefan Kornelius, del Süddeutsche Zeitung.
——Angela Merkel se va, sí, pero Alemania está afortunadamente muy lejos del trumpismo por su estabilidad y consenso social sobre algunos “inventos geniales” como la economía social de mercado, la seguridad social, y el sistema de formación dual.


“Mientras en EE. UU. apenas hay consenso político, en Alemania hay, definitivamente, demasiado” comenta Stefan Kornelius, del Süddeutsche Zeitung


Así que por primera vez en la Historia de Alemania se irá voluntariamente un canciller. Hasta ahora los cancilleres renunciaron porque no fueron reelegidos (Schröder, Kohl, Kiesinger) o porque hubo un cambio de coalición (Schmidt, Erhardt) o fueron presionados por su partido (Adenauer).
——Nueve meses antes de las elecciones los candidatos bailan a un son muy cauto y precavido, comenta Stefan Kornelius. “Mientras en EE UU apenas hay consenso político, en Alemania hay, definitivamente demasiado.” Por ahora, Berlín desconoce esa polarización política que desune y puede llegar al desgarro democrático, como hemos visto en Washington.
——¿Qué le queda por hacer a Merkel hasta otoño? La pandemia es el reto del siglo XXI. La canciller lo expresó así en su último discurso de Nochevieja. La epidemia seguirá golpeando. La respuesta de la canciller no podía ser otra: “Lo conseguiremos”… En su discurso elogió a los fundadores de Biontech, la pareja de científicos Ugur Sahin y Özlem Türeci y a sus 60 científicos procedentes de todo el mundo que desarrollaron la primera vacuna. Y en este mes de enero, el Gobierno alemán ha decidido acelerar su producción con una nueva planta en Marburgo.
——En Europa el reto es, según Daniel Brössler, de Süddeutsche Zeitung, defender la Unión a pesar de los diferentes intereses y opiniones, con el objetivo de competir en la lucha global de sistemas. En 2020, Alemania respondió de forma consecuente durante su presidencia del Consejo Europeo, con un presupuesto de urgencia ante la grave crisis. En 2021 pasará, probablemente, a ocuparse más de sí misma, por las consecuencias de la epidemia, también las económicas. Y cuanto más complicada la situación en Alemania, más difícil le será mostrarse solidaria. Al mismo tiempo, la UE esperará más de Alemania. Macron, también. Y Biden, por supuesto también, tras la catástrofe del trumpismo.

Norbert Röttgen, Armin Laschet y Friederich Merz
Norbert Röttgen, Armin Laschet y Friederich Merz son los candidatos para sustituir a AKK en la presidencia de la CDU.

El partido de Merkel, la Unión Demócrata Cristiana (CDU), todavía no ha elegido presidente tras la dimisión de AKK, Annegret Kramp-Karrenbauer. A mediados de enero elegirá al futuro sucesor de Merkel al frente del partido. Los candidatos para dirigir la CDU son Norbert Röttgen, Armin Laschet y Friedrich Merz. El candidato a la cancillería -de la CDU y la CSU- será designado en primavera. Quien más destaca es el actual presidente de Baviera, Markus Söder, quien además es el jefe de la CSU, el partido bávaro hermano de la CDU.
——2021 será también el año en el que el SPD deberá encontrarse a sí mismo. Los socialdemócratas y La Izquierda pierden su clientela tradicional cuando ambos partidos podrían avanzar apostando por los asuntos clásicos, sobre todo la desigualdad social. Para mejorar sus posibilidades de entrar en la cancillería, la socialdemocracia alemana tendría que girar a la izquierda en lo económico y a la derecha en cuestiones sociales, como exige la teórica política americana Yascha Mounk, quien coincide con el socialdemócrata alemán y ex vicecanciller Sigmar Gabriel en que la izquierda deberá reconquistar a la clase trabajadora en lugar de atender solo a los profesionales académicos que pueden competir en el mundo global.

Alguien que una
La descripción del próximo canciller la acaba de hacer Ralph Brinkhaus, jefe del grupo parlamentario de la Unión Democristiana. “Un político que prepare el país para el futuro. (…) Un canciller que una. Probablemente la mayoría no conoce la importancia de Alemania para la unión de Europa. Sin la paciencia y el papel de moderadora de Angela Merkel, hubiera sido muy complicada la cumbre de la UE en diciembre. Deberá ser un político integrador, aceptado también por quienes no lo voten”.
——Alemania es todavía un excelente ejemplo del consenso político y social, aunque también registre síntomas preocupantes como la aversión a los cambios y los mensajes nacionalistas. Ante ello, Merkel, considerada responsable de las políticas de austeridad de la Unión Europea, ha sido también la defensora del plan de recuperación para Europa, el mayor paquete de estímulo jamás financiado a través del presupuesto de la UE para ayudar a reparar los daños económicos y sociales causados por la pandemia de coronavirus, un paquete que le costará a Alemania 10.000 millones de euros anuales adicionales a los que ya pagaba al presupuesto de la UE.
——Merkel apoyó también el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) y la ley de estabilidad financiera de la UE, por la que Alemania asume garantías de pago… Y también fue ella quien tomó la decisión de acoger en 2015 a los refugiados atrapados entre Budapest y la frontera austrohúngara. Llegaron 890.000. Actualmente hay casi un millón y medio de refugiados y solicitantes de asilo. La gran cuestión es quién y qué vendrá después de 16 años de Merkel.♦