La cabalgata de Valencia, el tweet de Iglesias, las vacunas para familiares… Picaresca, corrupción e incompetencia de la mano, jugando al corro de la patata

Luis Alcaide
Luis Alcaide

El asalto al Congreso de los EE. UU. confirma los temores sobre la sostenibilidad del orden liberal. Un ataque organizado, fulminante, con la duda sobre la postura de las fuerzas del orden. La amenaza no ha concluído, cuenta con muchos defensores más allá de esas tropas de asalto de arrogantes salvapatrias racistas y xenófobos. Los enemigos de la libertad, los incendiarios del miedo a la igualdad de los seres humanos solo muestran violencia frente a la compasión. Bravo por los representantes del Partido Demócrata, tragándose la humillación sin echar más leña al fuego. Los EE.UU., poco unidos, necesitan ahora reconciliación, no más hogueras.

Imágenes de la cabalgata de Reyes en Valencia… Tweet de Pablo Iglesias, “concediendo” él, en primera persona –“Hoy hemos acordado conceder…”– la ciudadanía española a quienes cuentan con excelentes cualidades pero se saltan la cola de los aspirantes… Vacunas para los familiares de quienes tienen derecho a ella, por su arriesgada posición… Picaresca, corrupción e incompetencia de la mano, jugando al corro de la patata. Indignación de ciudadanos comprometidos y rechazo e indiferencia por parte de otros que escuchan con mayor atención a los profetas populistas. Los amigos de la libertad también juegan sus cartas. Los gobiernos, el español entre ellos, pierden la vergüenza a intervenir en la vida ciudadana amenazada por la pandemia y el estancamiento económico. Dogmas hasta anteayer inamovibles, el equilibrio presupuestario y las políticas monetarias ortodoxas, quedan relegados ante los estragos de la enfermedad y el estancamiento económico y social; el Estado protagonista, sin desdeñar sino al contrario las habilidades de empresas y particulares para salir de la encrucijada. La UE altera el rumbo y decide solidaria y mancomunadamente endeudarse para sostener los desequilibrios entre gastos e ingresos; una política monetaria expansiva que no ha debilitado al euro y permite a nuestras autoridades emitir títulos de deuda a largo a tipos negativos. El desconfiado dinero no desconfía de la solvencia de España.

El Estado interviene, y la economía responde manteniendo un superávit y sus cobros-pagos con el resto del mundo. La vacuna ha empezado a suministrarse. Empresas y gobiernos han reunido eficacia y financiación para conseguir un remedio en un tiempo inverosimil. Los suministros de las vacunas llegan aunque no siempre con la urgencia requerida. Retrasos lamentables. Muchos aficionados al mando de la vacunación cuando, como se ha comprobado, se cuenta con profesionales capacitados para gestionar estos cometidos. Las bolsas de valores reaccionan al alza mientras los tipos de interés se mantienen por debajo de cero. Enriquecimiento de accionistas y poseedores de bonos frente a los beneficiarios de los ERTEs o a los receptores de ingresos mínimos. Otra amenaza: un tercer mundo con la incertidumbre de cuándo dispondrán de vacunas y de cómo evitar su bancarrota. El orden liberal internacional amenazado dentro y fuera de las fronteras de quienes nos felicitamos por la llegada de la vacuna y la vuelta a una nueva normalidad… Y por otro lado esa República Popular de China, eficaz y totalitaria.♦