Texto: Ricardo Jiménez (Harmon) •
Recomendar y publicitar la compra de una acción no genera problemas. No ocurre lo mismo con las posiciones cortas, que han ayudado a destapar casos como el de Wirecard

En la bolsa, la forma tradicional de ganar dinero es comprar acciones de una compañía y esperar que la cotización suba. Otra forma es vender en corto una compañía y esperar que baje la cotización para recomprar las acciones más baratas. Si la cotización sube, tienen que recomprar rápidamente las acciones para cerrar sus pérdidas, lo que se conoce como “short squeeze”. Las dos formas son legales, pero la percepción que se tiene sobre las mismas y sobre la actuación de quien recomienda la compra o el corto, es muy diferente. Estamos acostumbrados a ver o leer informes de analistas que recomiendan la compra de una acción y le ponen un precio objetivo a doce meses. Lógicamente las empresas que reciben estas recomendaciones de compra están encantadas.