
Alemania tampoco crecerá este año. Salir del estancamiento -aumentando el gasto público- y reformar el generoso estado social son los objetivos del gobierno de coalición. Pero si el país no crece y se recortan al tiempo las ayudas sociales, el caos populista estará servido, con una ultraderecha que se consolida como segunda fuerza (25%) en las encuestas.
ALEMANIA, convencida de que Trump es el lobo, apuesta por la carta de la recuperación económica para ahogar el populismo y liderar el compromiso democrático europeo. El dilema es que sin un nuevo “modelo de negocio” para el futuro, Alemania no sacará la cabeza. Maniatada, no sale de la policrisis. Mientras tanto se desespera en la encrucijada política, porque la ultraderecha se estabiliza en segunda posición, amenazando con desbancar a la democristiana CDU que gobierna con el canciller Merz. Salir de la crisis y la reforma del generoso Estado Social son las claves. Alemania no se puede permitir su Estado Social en la configuración actual, reconoce el canciller Friedrich Merz.

