“Con un mañana fiscal no demasiado tenebroso amenazado, eso sí, en el medio plazo. De ahí sus recomendaciones sobre la viabilidad de las pensiones”.

“El dato PMI manufacturero de la eurozona elaborado por S&P Global y Hamburg Commercial Bank retrocedió en noviembre a 49,6 puntos, por debajo de los 50 puntos del mes anterior (por encima de los 50 puntos hay expansión y por debajo contracción). Por países, Alemania marca un 48,2 y Francia un 47,8 mientras España registra un 51,5 e Italia un 50,6”. La entrada de nuevos pedidos en el sector manufacturero aumenta en los dos países del sur de Europa, lo que sugiere que su producción se expandirá en los próximos meses. La OCDE, por su parte, no se limita a la evolución del sector manufacturero, sino que analiza en detalle la economía española, sin olvidar las referencias internacionales. En efecto, mientras la economía mundial ha mostrado su resiliencia pese a los aranceles y la incertidumbre política, la OCDE subraya que la economía española ha avanzado a un mayor ritmo que el resto de los países desarrollados. Con un crecimiento del 2,9% en 2025, y una previsión del 2,2% en 2026. Señala asimismo su preocupación por la subida de las cotizaciones bursátiles ante el caso no improbable de una pérdida de confianza en la rentabilidad de la IA.
En el caso de España la OCDE insiste en el continuo avance y la resistencia de su economía. Un crecimiento que, no obstante, se iría reduciendo sin que por ello decaiga la actividad y se mantenga la sostenibilidad fiscal. En efecto, el déficit público español con relación al PIB, incluido el coste de la DANA (0,25% del PIB) y los gastos de Defensa (2% del PIB) continuará reduciéndose gracias a un avance superior en la recaudación fiscal y una consolidación del gasto público, junto a una mejora de la base tributaria por un incremento del empleo, salarios más altos y la introducción de una tasa mínima global del 15% a las empresas multinacionales. Un mañana fiscal no demasiado tenebroso amenazado, eso sí, en el medio plazo. De ahí las recomendaciones de la OCDE a propósito de la viabilidad del sistema de pensiones. En todo caso, la OCDE confirma que en España la actividad económica se aceleró en 2024, acompañada por una bajada de la inflación, y pronostica una moderada alarma en medio de un entorno internacional arriesgado. En efecto, un avance del PIB del 2,9% en 2025 -tras un crecimiento del 3,5% en 2024- y una actividad económica que no ha bajado en el tercer trimestre de 2025. El mercado de trabajo ha mantenido un avance creciente del empleo, 2,5% año tras año, apoyado en la inmigración mientras el paro bajaba hasta el 10,5% de la población activa; crecía a su vez, el número de plazas vacantes en tanto que se mejoraban los subsidios por desempleo y las prestaciones por incapacidad temporal. Por otro lado, el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia ha sido un firme apoyo para las empresas y la inversión privada. De cara a futuro, la OCDE invita a las autoridades a continuar apoyando a las empresas, flexibilizando la regulación de la actividad económica y mejorando la eficacia de todos los niveles de la administración, central, autonómica y municipal. A tenor del informe de la OCDE los españoles deberíamos preguntarnos por qué no estamos orgullosos de nuestro desempeño económico en estos años difíciles.♦

