
Según datos de mayo, la M2 en la eurozona alcanzó un máximo histórico de 15,7 billones de euros, mientras que en EEUU superó los 22 billones de dólares. Este “cheque en blanco” global, sin un destino predefinido, buscó inevitablemente un hogar. Esto ayuda a entender la revalorización generalizada de tantos activos: inmobiliario, oro, criptoactivos, nasdaq, ibex35…
Texto: José Manuel Marín Cebrián (Economista y fundador de Fortuna Servicios Financieros Premium) •
EN EL DINÁMICO y a menudo enigmático mundo de las finanzas, rara vez las respuestas son simples. En la actualidad, nos encontramos ante una de las preguntas más complejas y trascendentales de nuestro tiempo: ¿es el inusitado rally alcista de todos los activos, desde el oro hasta la inteligencia artificial, simplemente el resultado de una masiva inundación de liquidez por parte de los bancos centrales? Los datos son contundentes y, a primera vista, la correlación parece innegable. El oro y la plata cotizan en máximos históricos, el bitcoin ha protagonizado una resurrección impresionante, el Nasdaq está en la cima de sus valoraciones, e incluso mercados más conservadores como el IBEX 35 y la renta fija se han unido a la fiesta. Y no podemos olvidar el mercado inmobiliario, que desafía la gravedad. La tentación de señalar con un solo dedo al “océano de liquidez» es grande, pero un análisis riguroso nos obliga a ir más allá de la superficie. La liquidez es el catalizador, el combustible que alimenta el fuego, pero no es la única fuerza en juego.