Guerra en Ucrania

Trump ha forzado un acuerdo entre EEUU y Ucrania; pero con la excepción de un acuerdo de tolerancia para el tráfico marítimo de cereales y varios intercambios de prisioneros, el curso de la guerra y la invasión rusa de Ucrania prosiguen implacables tres años después. Europa debe disponerse a intervenir activamente en la negociación.

POR UN MOMENTO LLEGAMOS A PENSAR que el presidente de EEUU traía consigo ideas y resortes para poner en juego su prestigio, y el de su país, separando las partes en guerra e imponiendo –algo que solo puede hacer una gran potencia– no solo el cese de hostilidades, sino el trazado de una frontera acompañado de garantías que lo hicieran internacionalmente inviolable. Con seguridad el país agredido no aceptaría los límites de la nueva geografía impuesta, pero es muy probable que sus habitantes finalmente se familiarizasen con un nuevo trazado, que vendría acompañado de la desmovilización del ejército, del fin de los bombardeos sobre la población civil y del comienzo de una masiva reconstrucción del país.

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