La supervisión de riesgos complejos, la IA generativa y la verificación de la información ESG, con sus juicios y estimaciones, centran los debates en el último Foro del Consejero.

Texto: Gustavo Rodríguez (Socio de auditoría de KPMG en España) •

Gustavo Rodríguez
Gustavo Rodríguez

La rápida transformación de los negocios, motivada por el exponencial avance tecnológico y la llegada de la inteligencia artificial generativa, y el mayor nivel de recurrencia de riesgos severos que afrontan las organizaciones, están exigiendo a las empresas contar con el talento más preparado y comprometido. También aplica a los que están al mando de la nave y que deben guiar su rumbo, estableciendo su estrategia y supervisando que no solo la empresa es muy buena haciendo las cosas (qué), sino que además se hacen bien (cómo). Esto además en un ecosistema en el que la complejidad y las diversas incertidumbres se están integrando desde hace años, y que tanto una como otras han decidido quedarse con nosotros y amenazan con fijar su residencia permanente. En este entorno, las decisiones del consejo son hoy más determinantes que nunca tanto para los gestores como los grupos de interés. La experiencia, diversidad y riqueza de enfoques, el rigor, el análisis de escenarios y de datos de calidad, la capacidad de visión y adaptación a la nueva era marcada por la tecnología y la exigencia en una sostenibilidad transversal, son cualidades que los consejeros deben poner en común para orientar y ayudar a los gestores y contribuir a la confianza externa.

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